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La SBS quiere agrandar su sandbox regulatorio para que entren más jugadores, incluso fintech que hoy no están supervisadas. Si sale, veremos más experimentos financieros “con rueditas” antes de que les pongan reglas definitivas.

¿Qué pasó?
La SBS (Superintendencia de Banca, Seguros y AFP) soltó una propuesta: ampliar el sandbox regulatorio. Traducido a cristiano: un “laboratorio” donde empresas pueden probar productos financieros nuevos con límites y reglas temporales. La novedad picante es que ya no sería solo para entidades supervisadas, sino también para fintech que hoy operan fuera del radar SBS.

¿Por qué importa?
Piensa en el sandbox como la beta de un videojuego en Steam: antes de lanzar el juego completo, lo pruebas con pocos usuarios para ver si se rompe. Con más fintech dentro, se acelera la llegada de cosas como pagos más baratos, créditos más rápidos o apps que conecten tu data bancaria sin tanto trámite (eso que llaman open finance). Para el usuario final, puede significar más opciones y menos fricción. Para bancos clásicos, es como cuando llega un nuevo streamer a pelearte audiencia: más competencia.

El lado B (porque siempre hay)
Si el sandbox es demasiado permisivo, puede volverse un “free trial eterno”: empresas operando años sin pasar a reglas completas. Y con más actores distintos, suben los riesgos de ciberfraude, mal manejo de datos y reclamos de usuarios. O sea, el regulador tiene que ser referee estilo Champions: dejar jugar, pero con VAR listo.

Big Picture:
Perú viene con boom de billeteras, pagos QR y crédito digital. Si el sandbox se abre bien, puede atraer más inversión fintech y empujar inclusión financiera. Si se abre mal, puede generar arbitraje regulatorio y dolores de cabeza al consumidor.

TL;DR:

Fuente: Diario Gestión.

Rinnai, gigante japonés de termas y soluciones térmicas, compró Grupo Sole. La idea: usar Perú como base para crecer por la región, sin cambiar al capitán del barco.

¿Qué pasó?
Rinnai cerró la compra de Grupo Sole, un histórico distribuidor peruano de electrodomésticos, climatización y equipos para hogar/industria. Sandro Sattler Finazzi sigue como CEO, o sea, no hay volantazo total; más bien, un upgrade de dueño.

¿Qué significa en simple?
Imagínate que Sole es ese equipo que domina el torneo local y de pronto lo compra un club europeo para usarlo como cantera y plataforma regional. Rinnai no solo quiere vender más termas en Perú: quiere que Lima sea su hub para moverse a otros países. Eso suele venir con portafolio más grande, mejor acceso a fábricas y logística más aceitada.

¿Por qué te debería importar?
Porque este tipo de compras suelen traer más productos premium y más pelea por precio/servicio. Si Rinnai mete tecnología y volumen, Sole puede ofrecer mejores combos y postventa. Para los competidores, es como cuando Apple saca nuevo iPhone: todos tienen que apretar el paso.

¿Qué podría salir raro?
Integrar empresas no es solo firmar papeles. Hay riesgo de choque cultural (Japón vs. Perú), cambios de sistemas, y que el negocio dependa demasiado del ciclo de consumo. Si la gente se ajusta el cinturón, los bienes durables se enfrían primero.

Big Picture:
Esto es parte de una ola de multinacionales comprando distribuidores locales para controlar el canal. Perú, por tamaño y ubicación, es buen “centro de operaciones” si quieres saltar a la región.

TL;DR:

Fuente: Diario Gestión.

Minería on fire: exportaciones suben fuerte. Las exportaciones mineras entre enero y septiembre de 2025 llegaron a USD 42,120 millones, un salto de 20.6% vs. el mismo periodo de 2024. Cobre y oro se llevan casi todo el show: juntos explican 83.4% del total. El cobre aportó USD 19,360 millones y el oro USD 15,743 millones, con el oro creciendo más rápido porque el precio mundial anda arriba. En cristiano: Perú está viviendo de sus metales, y eso ayuda al dólar, las cuentas externas y la caja del Estado. El riesgo es el de siempre: si los precios se voltean o hay conflictos que paran minas, el “boom” se enfría rápido. Fuente: Semana Económica.

Escalas más caras en Lima: Ositrán pone TUUA para conexiones. Ositrán fijó una TUUA (Tarifa Unificada de Uso de Aeropuerto) para pasajeros que hacen conexión en el Jorge Chávez. Si haces escala internacional, te suman USD 10.05; si es conexión doméstica, USD 6.32. La tarifa corre desde que arranque el nuevo terminal hasta el 31 de diciembre de 2030. Para el viajero, es un costo extra metido en el boleto con escala. Para aerolíneas, puede influir en si Lima sigue siendo un hub competitivo frente a Panamá, Bogotá o Santiago. Si la tarifa pesa mucho, algunas rutas podrían reacomodarse. Fuente: Diario Gestión.

Obras por Impuestos con turbo: más techo para proyectos. El Gobierno subió en 50% el límite de recursos para Obras por Impuestos (OxI). Eso significa que en 2026 se podrán emitir certificados CIPRL por hasta S/ 66,839 millones. Algunas regiones reciben un upgrade gigante, como Áncash, Ica o Piura. La lógica: que empresas financien obras públicas y luego descuenten eso del impuesto a la renta. Si se usa bien, acelera colegios, hospitales o carreteras sin esperar la lenta máquina estatal. El problema es el de siempre: si las regiones no tienen proyectos bien armados, el techo se queda en papel. Fuente: Semana Económica.

Movii, billetera colombiana grande, aterriza en Perú con inversión inicial y metas ambiciosas: quiere mover miles de millones en pagos digitales y ganar un pedazo serio del mercado.

¿Qué pasó?
Movii, la tercera billetera digital más grande de Colombia, abrió operaciones en Perú. Es su primera expansión internacional y viene con plan claro: invertir más de USD 2.2 millones en dos años y, a cinco años, capturar al menos 8% del mercado de pagos digitales, procesando más de 192 millones de transacciones y un TPV (Total Payment Volume) anual de más de USD 4,200 millones.

Movii en modo “neo-adquirencia”
Si te suena chino “adquirencia”: es básicamente quién procesa el pago cuando tú pasas tarjeta/QR en un negocio. Movii quiere ser ese motor, pero digital y liviano, tipo Stripe versión LatAm. Para lograrlo, apuesta por alianzas con bancos y redes de pago, y hasta mira integración con Yape y Plin.

¿Por qué importa?
Porque el mercado peruano de pagos ya estaba movido y esto le mete más gasolina. Para comercios, más opciones suele significar comisiones más competitivas y mejores herramientas (reportes, financiamiento, promos). Para usuarios, más competencia es como cuando Netflix, Disney+ y Prime pelean por tu atención: te dan más valor por el mismo sol.

Ojo con el reto
El plan es grande, pero depende de algo clave: conectarse bien a la cancha local (bancos, interoperabilidad, seguridad). Si esa integración se demora, la meta de 8% se vuelve cuesta arriba. Y claro, los grandes no se van a quedar mirando.

Big Picture:
La entrada de Movii calza con una región en la que los pagos digitales están explotando. Perú es atractivo por adopción masiva de billeteras y comercio online creciendo.

TL;DR:

Fuente: Diario Gestión.

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