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BYD, el gigante chino de autos eléctricos, ya no viene de paseo: entra a Perú con planes de tiendas nuevas, más modelos y la meta de triplicar ventas en poquito tiempo.

BYD ya está vendiendo en Perú y se ha juntado con Motorysa para empujar su marca full. Hoy tiene varios puntos en Lima y al 2026 quiere sumar más locales en distritos clave y en algunas ciudades grandes. La jugada no es solo tener showrooms bonitos, sino construir una red de posventa que no te haga sentir que compraste una nave espacial sin taller cerca. Piensa en el movimiento como cuando Xiaomi empezó con un par de tiendas y ahora está en todos los malls.

La meta es clara: pasar de unas 450 unidades vendidas este año a más de 1,300 en 2026, lo que sería triplicar su volumen actual. Eso pondría a Perú aportando cerca del 5% de las ventas de BYD en la región, una cifra ambiciosa para un mercado aún chico. Todo esto con una mezcla de SUVs híbridos enchufables y eléctricos puros. El caballito de batalla son los modelos híbridos enchufables (esos que puedes cargar con enchufe pero igual usan gasolina), porque el país todavía no tiene tantos cargadores como para ir full eléctrico sin miedo. Además, BYD quiere avanzar de la mano de socios privados para instalar más puntos de carga, tipo cuando tu app de delivery empieza a meterse en más restaurantes y esquinas.

Si estás pensando en cambiar de carro en los próximos años, la entrada agresiva de BYD es más competencia y más presión de precios para las marcas clásicas. También puede empujar a que el Estado se tome más en serio el tema de cargadores y beneficios para autos menos contaminantes. Y si trabajas en banca, seguros, retail o real estate, ojo: más autos eléctricos significa nuevos productos de crédito, seguros distintos y edificios que tengan que pensar en enchufes en los sótanos, no solo en estacionamientos.

TL;DR: BYD está entrando con todo al mercado peruano: más tiendas, más modelos y la meta de triplicar ventas al 2026. Buenas noticias para tu yo futuro que quiere un carro más tech y con menos consumo. 💡

Fuente: Diario Gestión

Si ayer el BCRP nos enseñó el tráiler, hoy soltó la escena post‑créditos: el Banco Central quiere que pagar entre apps y bancos sea tan fácil como mandar un meme. Una sola autopista, menos enredos y cero peleas por quién cobra qué.

El Banco Central está construyendo la PPM (Plataforma de Pagos Minoristas), un sistema que copia lo mejor del modelo indio UPI (Unified Payments Interface) y del PIX brasileño. La idea: que cualquier app autorizada pueda mandar plata entre bancos y billeteras en segundos, usando un mismo lenguaje técnico. Para probar la cosa, eligió a Ligo y LigoPay como parte del primer piloto. Ligo es una billetera digital para pagos entre personas y comercios, y LigoPay es su versión empresarial para procesar cobros y pagos B2B.

Hoy tienes Yape y Plin, sí, pero cada una vive en su propio ecosistema y con reglas medio caseras. Con la PPM, el BCR quiere crear un “hub” central donde todos se conectan: bancos grandes, fintechs, billeteras, cooperativas, lo que venga. Eso significa pagos más rápidos, menos comisiones para comercios y más espacio para que startups de pagos monten productos encima, tipo cuando Spotify abrió su API y aparecieron mil apps alrededor. También es un mensaje a los bancos: ya no pueden jugar de dueños exclusivos del tablero.

El reto está en que todos los jugadores se alineen en seguridad, tiempos y estándares. Un fallo de un banco puede tirar abajo la experiencia completa y abrir la puerta a fraudes o estafas tipo phishing. Además, a algunos actores tradicionales no les emociona perder parte del negocio de comisiones por tarjeta. Es el clásico capítulo de serie donde el nuevo personaje llega a moverle el piso al elenco original.

TL;DR: El BCR está armando la PPM, una plataforma tipo PIX para que bancos y apps hagan pagos en segundos, con menos comisiones y más competencia. Si sale bien, pagar en digital va a sentirse mucho menos 2005. 📲

Fuente: Semana Económica

El Minem está revisando el famoso Reinfo, el registro donde se apuntan los mineros artesanales que quieren formalizarse. La propuesta es extender el proceso solo hasta fin de 2026 y reforzar los filtros para quedarse en la lista. El ministerio no quiere que el registro se convierta en pase libre para operar sin controles ambientales ni laborales, sobre todo en zonas sensibles. Para ti, que no vives en campamento minero, el tema parece lejano, pero afecta desde la recaudación de impuestos hasta cuánta minería ilegal se cuela en la cadena del oro que al final llega al mundo financiero. 💰 Fuente: Semana Económica

Siguiendo el drama que te contamos ayer, Rutas de Lima finalmente pasó de la amenaza a la acción y soltó el timón de la concesión Vías Nuevas de Lima. La empresa dice que sin peajes no hay manera de cuadrar cuentas después de invertir más de S/ 3,300 millones, así que la Municipalidad de Lima tomó control directo y prometió que, por ahora, no habrá cobro mientras se reordena el tablero. El mensaje para futuros inversionistas es clarito: si las reglas cambian a mitad de partido, nadie quiere jugar. Y tú solo rezas para que esto no termine en más tráfico, más caos y pistas en modo “Mario Kart en nivel experto”. 😵‍💫 Fuente: Semana Económica

La Autoridad Nacional de Infraestructura está armando un menú de proyectos alrededor del megapuerto de Chancay: carreteras, saneamiento, riego y seguridad para que el puerto no quede como isla sin conexión. Hay una veintena de obras en evaluación y parte podría ir por el esquema APP (Asociaciones Público-Privadas), donde el privado financia y opera con reglas claras. El problema es que el presupuesto es limitado y las expectativas locales son enormes, así que toca priorizar con bisturí. Si Chancay funciona bien, Perú puede ganarse un lugar serio en el mapa logístico hacia Asia; si no, será otra historia de “teníamos todo para ganar, pero…”. Fuente: Diario Gestión

Tori, la pollería de Micha Tsumura, ya no quiere ser solo “dato foodie”: está convirtiendo dark kitchens en locales, abriendo más puntos y lanzando su propia línea de salsas para supermercados y exportación.

Tori nació como pollería con sello de chef famoso y ahora está entrando a modo “franquicia Marvel”. Hoy mezcla un local físico con cocinas ocultas para delivery, pero el plan para 2026 es convertir esas dark kitchens en restaurantes abiertos al público y sumar nuevos locales en distritos más populares. Además, este año Tori cerrará con un crecimiento de 5%, y ya tiene presencia en el aeropuerto Jorge Chávez, un punto ideal para captar a viajeros que buscan algo rico y rápido antes de volar.

En paralelo, la marca empuja las salsas MT en supermercados como Wong y Metro, y ya empezó a exportarlas a Estados Unidos. La idea es que no solo comas Tori cuando vas al local, sino también en tu casa, tipo cuando te llevaste la salsa especial de tu ramen favorito. El siguiente paso es que esas salsas dejen de depender de cadena de frío y puedan estar en anaquel normal, lo que baja costos y abre muchos más mercados afuera.

Si trabajas en consumo masivo, retail, logística o marketing, este caso es un manual en vivo de cómo convertir un restaurante en marca multiplataforma: salón, delivery, aeropuerto y productos empacados. También muestra que la próxima gran marca peruana exportable puede salir de una cocina, no solo de una minera o un banco. Y como consumidor, ganas más opciones ricas cerca de tu chamba y más productos peruanos dando vueltas por el mundo.

TL;DR: Tori está pasando de pollería cool a cadena en expansión con línea propia de salsas y presencia en aeropuerto. Un buen ejemplo de cómo un negocio gastronómico se convierte en marca que trasciende el local. 😋

Fuente: Diario Gestión

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